Monday, September 21, 2009

Fish Story



Above is the picture of the infamous fish who, about a month ago, graced the floor of our boat. His (or her...fish gender is a little fuzzy to me) fragrant perfume wafted up from the boat, greeting any approaching visitors. Putting our heads together, we brainstormed various ways that the fish could have gotten there. (1) A raccoon. Highly unlikely as they can't swim to the nether regions of the lake. (2) A bird. But the fish was so big! (3) Malicious teenagers. I liked this one. (4) Apprehensive fishermen being approached by DNR officers and needing to get ready of evidence of illegal fish.
It wasn't until about a month after the unfortunate incident that we got our answer. Swooping down from the sky as we watched, a great blue heron ducked under our neighbor's canopy and into their boat with ease that would have seemed prohibitive with their size. He must have taken his fish to our boat to eat, been scared away, and couldn't lift the fish out of the boat to fly to safer waters. We spent the entire weekend trying to get rid of the stain left by the decomposing fish. Soap. Scrub. Bleach. Blanch. Blech. Our neighbors will be laughing for quite awhile.

Arriba está el pez infame que hace un mes, honró el suelo del barco de mi familia con su presencia. Su colonia fragrante nos alcanzó en cuanto acercamos al barco. Después de descubrir nuestro visitante muerto, intentamos dar una razón por su presencia. Damos con algunas posibilidades: (1) Un mapache, aunque no seria muy posible como no pueden nadar hasta las profundidades del lago, (2) Un pájaro, aunque pensamos que el pez era demasiado grande para eso, (3) Adolescentes maléficos, un chisme maliciosos; a mi me gustó a este, (4) Pescadores nerviosos que necesitaban esconder un pescado ilegal de la policia. Tuvimos que esperar un mes para descubrir que pasó de verdad. Una tarde, mirando a la puesta del sol, vimos a una gran garza azul descender, pasar por abajo del toldo del barco y aterrizar en el barco sin dificultades. Pensé que hubiera sido demasiado grande para caber bien, volando, abajo del toldo. Ha debido de poner el pez en nuestro barco para comer, ha estado asustado y no podía levantar el pez otra vez para escapar a un lugar más tranquilo. Bueno, pasamos todo el fin de semana intentando quitar la mancha y olor dejado por el pez podrido. Jabón. Fregar. Agua. Qué asco. Nuestros vecinos estarán riéndose durante mucho tiempo.



Later that day Colin took pictures of Dad and I in the captain hat he bought in Venice for Dad. Ay ay captain!!
Luego Colin sacó fotos de mi padre y yo con el sombrero de capitán que compró en Venice. A sus órdenes, capitán!

Tuesday, September 15, 2009

Muncie Visit

The weekend before Labor Day, I went down to Ball State to visit friends, Justine and Beth, who are still studying there. I stayed with Beth in her university apartment. As two nerdy and art loving girls, we enjoyed playing Banana Grams (like Scrabble, but more fun) and went to a pottery gallery to paint pottery. Hers was a pretty spoon rest, but mine will have to remain a secret till Christmas. The funniest part of the visit was the ice cream social at the university apartments. The resident assistant had brought the ice cream out 20 minute before the first participant showed up, without refrigeration. In the sun. With cones and one scooper. Imagine, scooping soupy melted ice cream into a small cone with a huge ice cream scooper, trying to keep it from dripping on clothes. I think that was more challenging than the hillbilly golf game set up to entertain us. And no, I didn't pass the challenge; the last bite landed on my pants as the cone split in two. It was kind of strange being back on campus and viewing the subculture from a outsider's point of view. A world where everyone is, for the most part, either teaching or between the ages of 17 and 26. I remember college being sort of like a limbo land, where you're not quite a kid but not quite an adult, not having a full time job. It's good, so far, being on the other side.

El fin de semana antes del Día del trabajador, fui a la universidad de Ball State para visitar a unas amigas que están estudiando allí. Me quedé con Beth en su apartamento, jugando a juegos de crucigramas, conociendo a la gente de allí. Él sábado fuimos a una galería de cerámicas para pintar. Ella hizo un plato apoya cucharas y yo pinté un plato para mis padres. Es un secreto hasta las Navidades! La parte más gracioso del fin de semana era la fiesta con helados para dar los bienvenidos a los estudiantes que vivían allí en los apartamentos. El organizador había puesto los helados en la mesa 20 minutos antes de la llegada de la primera persona. Afuera en el sol. Sin refrigeración de ningún tipo. Habría estado bien, normal, si hubieramos tenido cucharas y platos hondos de papel. Pero, solamente tuvimos cucuruchos pequeños y una cuchara grande. Imaginate, la gente intentando trasladar el helado de la caja a su cucurucho chiquitito sin dejar caer gotas de helado derretido en la ropa, el brazo, todo la mano. No aprobé el exámen. Cuando fui a terminar el mío, el último mordisco se me cayó a mis pantalones. Está bien, al menos no había notas. Estaba un poco extraño estar en la ciudad universitaria otra vez, observando la subcultura desde el punto de vista de una persona de afuera. Un mundo donde toda la gente, por lo general, tiene entre 17 y 26 años y si no, están dando clases. Me acuerdo que estar en la universidad era para mi como estar en el limbo, no estaba una niña o jóven viviendo en la casa con mis padres pero a la vez no estaba completamente un adulto. Está bien, hasta el momento, haber pasado por allí y estar al otro lado.

Monday, September 14, 2009

Labor Day

El primer lunes de semana de septiembre era el Día del trabajador. Fuimos yo, mis padres, unos tios y primos al lago para pasar los días festivos. Mi hermano ya se había ido a la universidad y no podía reunirse con nosotros. He aquí las fotos del finde. El domingo después de volver del culto fuimos a una reserva natural para pasar la tarde. Me encantó pasar el día con mi padre en el parque, mirando a los pájaros y el paisaje de la tierra de los lagos que está en el norte de mi estado y en el sur de Michigan. Estaba bien tener mis primos cerca, ver a mi prima pequeña, que ya tiene 15 años, esquiar en agua. No se cayó ni una vez. Eso era lo bueno. Lo malo era que cuando mi tío arrancó el motor y vio que el indicador de gasolina estaba en zero, él decidió que valía la pena alejarnos aún más de la orilla y dejar a mi prima esquiar. Dijo, tenemos bastante. jaja. Casi no volvemos a casa sin tener que hacer señales a alguien para que pare y remolque al barco. Suerte que no es un lago grande como el Lago Michigan.

El fin de semana del Día del trabajador no solamente significa tiempo con familia sino que también el barrio se espera las rebajas en la marina. Las rebajas están bien, supongo, pero realmente es porque son para la gente que viven cerca como una fiesta. En la hora del almuerzo, dan perritos calientes con patatas fritas y granizados en un cono de papel para los niños. Todos la gente con menos de 15 años andan este fin de semana con labios azules y rojos pocos normales. Bueno, y supongo que algunos mayores también, pero intentamos con toda la fuerza esconderlo.

Labor Day